Mamá Tella persevera por muchos años junto a su familia en nuestra Iglesia, el Centro Colegial Cristiano. Ya anciana, habla con su pastor para hacerle un regalo: el terreno para construir un campamento de retiros espirituales. Mamá Tella muere a los 86 años.
Para nuestra iglesia y para muchas otras iglesias este lugar se convierte en un lugar de recogimiento espiritual. Muchos se han comprometido a servir al Señor allí. Otros han recibido el llamado a pastor y muchos jóvenes se han convertido al Evangelio de Jesucristo en este lugar. Todo gracias a la iniciativa de servicio y amor de una viejecita con pasión por Jesucristo.
Una de las anécdotas más conocidas es que cuando se anunciaba ayuno con los jóvenes, aparecía primero Mamá Tella. Cuando el pastor le preguntaba "¿qué haces aquí?" Ella respondía: "matando la carne, Oscar, matando la carne. Porque hay que agradar al Señor Jesús."